Bibliografía

MARÍN GARCÍA, J. Los vasos de la Alhambra. El jarrón de las gacelas. Pieza del Mes. Asociación Amigos de la Cerámica Niculoso Pisano. Enero 2014. (VER)

RUBIO DOMENE, R. Los Vasos de la Alhambra: Simbología y Poder. Patronato Alhambra. Junta de Andalucía.

VV.AA. Los jarrones de la Alhambra. Simbología y poder. Catálogo de exposición. Junta de Andalucía. Granada 2006.

Más datos

Descripción:
Responde a la tipología de los Jarrones tipo Alhambra, de cuerpo globular y una base muy pequeña.
El cuello es esbelto, con dos cuerpos bien diferenciados. El superior, troncocónico, con el diámetro mayor en la parte superior que conforma la boca de la pieza, con canaladuras de alto relieve que arrancan de la boca, dividiendo en ocho franjas verticales. Debajo se encuentra un cuerpo de menor altura, también troncocónico, con la base mayor sobre el cuerpo principal y presenta dos canaladuras horizontales a modo de collar.
El cuerpo tiene forma ovoide, decreciendo su diámetro de manera rápida a partir del primer tercio, zona en la que se enmarcan los dibujos de las gacelas. Un ancho collar divide este cuarto del resto de la pieza que terminará en una base increíblemente pequeña y plana. Sin duda, es necesario recurrir a algún soporte para que la pieza pueda mantener la verticalidad.
Las asas son dos grandes aletas que se inician en la panza mayor en el primer tercio de la pieza y ascienden verticalmente planas hasta más de la mitad del cuello acanalado al que se conecta con un ligero giro hacia el interior y decreciendo en anchura. El jarrón se encuentra fracturado hacia la mistad y le falta una de las asas.
La pieza está realizada en el torno en diferentes fases y sobre su cuerpo se superpusieron las canaladuras del cuello. El barro empleado es de color anaranjado

Decoración:
Se trata de una decoración conocida con el nombre de “tercer fuego”, técnica utilizada por los alfareros andalusíes para la loza dorada o lustre. La pieza bizcochada (primer fuego) era vidriada y sometida a una segunda cocción en torno a las 960º-980º.
Seguidamente se procedía a la decoración con el dorado que se conseguía a base de vinagre de sulfuros de plata y cobre. Y era sometida a una última cocción (tercer fuego) con combustibles ricos en resinas para evitar que el oxigeno entrase en el horno. Era tal el humo que se desprendía en estas cocciones que las piezas salían totalmente negras de hollín que había que limpiar cuidadosamente hasta lograr sacar el brillo y los reflejos dorados.
Los colores empleados son el azul, el dorado, el blanco. Se emplean diferentes motivos decorativos (vegetales, epigráficos, geométricos y zoomórficos).
La decoración del cuello está resuelta mediante franjas en vertical, separadas por las acanaladuras, con un fondo de vidrio blanco estannifero sobre el que se trazan dibujos de lacería. La zona inferior del cuello está decorada con dibujos del árbol de la vida y 12 círculos dorados enmarcados en otros círculos blancos.
Las asas están resueltas con un ancho perfil dorado, una cenefa con epigrafía relativa a la felicidad y a la prosperidad, lo que parece ser el verdadero significado y simbolismo de este tipo de piezas que estaban destinadas a resaltar el poder, la belleza y la divinidad, sin que se cera que tuvieran un uso utilitario. Eran especies de fuentes de las que brotaba el agua, lo que puede explicar las acanaladuras que arrancan desde la boca y se dejan caer sobre el cuello. Las asas de la otra cara sólo presentan motivos vegetales.
Pero quizás la parte que más la define es la decoración zoomórfica del cuerpo principal en el que aparecen dibujadas unas estilizadas y ágiles gacelas enfrentadas, sobre un fondo de ataurique. Una de las caras presenta a las dos gacelas con fondo blanco y decoración dorada en su cuerpo. La otra cara presenta a las dos gacelas azules sobre fondo blanco, sin decorar, pisando un ataurique estilizado en azul y dorado. Ambas gacelas tienen la pata delantera levantada, dotando de un movimiento elegante al conjunto.
La parte inferior presenta una serie de óvalos y triángulos con la misma leyenda de “la felicidad y la prosperidad”, mientras que en los óvalos se dibuja el árbol de la vida.
La zona baja del jarrón no presenta decoración alguna.

Más datos:
La gran elegancia y la ornamentación refinada de esta pieza han permitido a M. Casamar afirmar que «se trata de la más alta expresión del arte cerámico español de la Edad Media y, por lo tanto, es una de las obras maestras del arte universal de la cerámica».
Pudo tener una funcionalidad religiosa y simbolizar a la divinidad y se situaba originariamente en un ángulo de la Qubba al-Kubra (actualmente denominada «Sala de Dos Hermanas») del palacio nazarí de la Alhambra de Granada, de dónde pasó a la «Sala de los Reyes» antes de formar parte de las colecciones del Museo de la Alhambra en los años 40.

Leyenda que contiene la obra

La felicidad y la prosperidad

Conjunto

Granada. Alhambra. Granada. Museo de la Alhambra