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En noviembre de 1995 la Hermandad del Gran Poder de Dos Hermanas inauguró una capilla propia en la calle Real de Utrera, en la cual quiso colocar una copia del Vía Crucis existente en la parroquia de Santa María Magdalena (VER) que había sido su sede canónica hasta ese momento. Para ello, miembros de la junta de gobierno se desplazaron al taller del escultor y ceramista Emilio García Ortiz -hijo de Emilio García García-, que conservaba aún los moldes que ejecutara su padre décadas atrás. El ceramista Antonio Fernández Franco, en la firma Hispalcerámica, fue el encargado de la reproducción de cada estación, con la particularidad de que el donante, el hermano José Ortega Ramos, le pidió que respetara la decoración distinta en cada una de las estaciones, para lo cual le facilitó las catorce fotografías del existente en la iglesia parroquial. (Martín Carlos Palomo García)