Nace en Sevilla, el 16 de febrero de 1934, junto con un hermano gemelo, José Manuel, muriendo su madre en el parto. Bautizado en la Parroquia de Santa Cruz, vive y se cría pues con su abuela y con su tía durante nueve años en el barrio de Santa Cruz, en la calle Reinoso número 8, ya que su padre era oficial de la marina mercante al servicio de Campsa. A los nueve años se traslada a Madrid, para vivir con otra tía durante cuarenta años. Estamos en la década de los setenta, y decide volver a Sevilla.
Desde pequeño manifiesta una inclinación artística, que ya percibía en su familia. Su tío, Vicente Gamarra, era un escultor animalista consagrado (luego le siguió su hijo) y su tía Matilde Gamarra, pintora, era profesora en la Escuela Santa Isabel de Hungría y copista oficial del Museo de Bellas Artes; contraería matrimonio con el padre del ceramista tras enviudar. Otro tío, José Gamarra, pintaba al óleo vestido de torero en los Jardines de Murillo de la capital hispalense.
Francisco Astorza tiene vocación autodidacta, y aunque la mayor parte de su vida la ha dedicado a la pintura y a la escultura, además de atender a sus siete hijos, en la década de 1980, en plena madurez de su vida, entra en el campo de la cerámica, aprendiendo por su cuenta. Abre en 1980 un taller de cerámica en la barriada sevillana de Heliópolis, en la Avenida del Padre García Tejero, luego en Alcalá de Guadaira (Sevilla) por espacio de un año y a continuación en un ático de la calle Macarena, detrás de la famosa muralla. En este periodo colabora y pinta algunos murales y retablos por encargo del taller de Antonio Santos R. Campanario y para Francisco Parejo Conde. Una de sus especialidades son los grandes murales para establecimientos, como los del Restaurante Tony, en Sanlúcar la Mayor y Casa Pedro, en Villanueva del Ariscal (ocho murales de 3 x 4 m y la fachada con más de mil azulejos). En retablos cerámicos, es autor de casi cuatrocientos sobre la Virgen del Rocío.
De 1993 a 1997 reside en Villanueva del Ariscal, realizando una exposición de retablos cerámicos patrocinado por la Hermandad de la Vera Cruz con los veintiocho Cristos del Aljarafe sevillano. En 1997 traslada su residencia a Gines, al Camino de Santa María (frente a la Asociación Montetabor), en cuya localidad ha pintado veinte murales para el Restaurante El Tronío. Cuando se casó el torero Francisco Rivera Ordóñez, pintó tres azulejos del Cristo de los Gitanos y la Esperanza de Triana.
Su técnica más utilizada es sobre cubierta, con el azulejo ya vidriado. Además de la cerámica trabajó preparando figuras decoradas para la cadena de resturantes de comida mejicana “Amanecer”, con más de ochenta establecimientos. Uno de sus hijos, Paco Astorza Puelles, es dibujante de comics y publica en Barcelona.
A principios de la década de 2000 dejó de pintar por enfermedad, siendo su última residencia en Gines (Sevilla). Desconocemos por el momento su fecha de fallecimiento.
Fuente: Entrevista personal con el ceramista, realizada por Martín Carlos Palomo García en el año 2000.