Pintor ceramista nacido en Sevilla el 13 de diciembre de 1902, en la calle Molino número 11 (en el barrio de la calle Feria), siendo hijo de Antonio Kiernan Campos y de Felisa Flores Segura, en el seno de una familia de ascendencia irlandesa (posiblemente de la ciudad de Cork) que se había afincado en Sevilla a raíz de sus trabajos en la draga del Guadalquivir. El origen del apellido Kiernan deriva del irlandés Mac Thighernain, que a su vez lo hace de Tighearne, que significa “señor” y ha sido traducido fonéticamente en inglés como Mac Tiernan y Mac Kiernan. Sobre la forma correcta de escribir su apellido, es acabado en “n”, aunque artísticamente nuestro protagonista se decantara por utilizarlo acabado en “m”. Fue el mayor de seis hermanos, y se bautizó en la iglesia parroquial de Omnium Sanctorum (no hay documentación en este templo pues todo fue destruido en los sucesos de 1936).
Su primer domicilio en Triana fue en la conocida como Casa Japón, en la calle Alfarería. Aprende cerámica con el prestigioso pintor ceramista Manuel Rodríguez y Pérez de Tudela, que por entonces tenía su taller trianero en la calle Antillano Campos 9, donde ingresa a los diez años. Ambos estaban emparentados, pues Pérez de Tudela era cuñado de su tío, Ricardo Kiernam Campos. Paralelamente a su formación junto a Pérez de Tudela asiste a las clases de dibujo de la Escuela de Artes y Oficios, siendo gran admirador de ceramistas como su “tío” y maestro, de Daniel Zuloaga, Manuel Arellano y Enrique Orce. Fue hombre metódico y ordenado, de carácter fuerte, y además de su pasión por la cerámica, tenía gran amor por la Naturaleza, la protección de animales y plantas. Gustaba del buen vino y de la música, tocando el violín por afición. Físicamente era de estatura media, con gafas y fumador empedernido (una de sus marcas preferidas era “Rumbo”). En su vida artística, siempre relacionada con la cerámica, tenemos que diferenciar cuatro etapas, aunque algunas de ellas se superponen: 1) Aprendizaje en el taller de su familiar y maestro Manuel Rodríguez y Pérez de Tudela desde 1912, pues entró con diez años. 2) Trabajos para Casa González Álvarez Ossorio (1920-1926). 3) Fábrica Santa Ana, entre 1926 y 1939, a la muerte de su tío, en unión de Campitos y de Sebatián Ruiz Jurado. 4) Como director artístico de Cerámica Santa Ana (1939 hasta su jubilación hacia 1970, aunque siguió pintando obras para matar el tiempo, como el Cachorro de Ángel Bonilla, que quedó sin cocer (1976). En 1926, al fallecer su maestro Pérez de Tudela, continua su actividad en el taller de su tío bajo la razón social Fábrica Santa Ana, en unión del alfarero Sebastián Ruiz Jurado y del ceramista Antonio Martín Bermudo «Campitos». En estos primeros años, para significar la continuidad de la obra de su preceptor firma «A. Kiernam Flores, sucesor de M. Rodríguez Tudela». Poco más tarde firmaría uniendo la A y la K, firma que le copiaría su compañero Antonio Hornillo uniendo igual la A y la H. El 12 de junio de 1930 casó con Dña. Antonia García Corrales en la Parroquia de San Gil, la cual le sobreviviría. Ella había sido empleada de la sección de relieve de la fábrica Mensaque Rodríguez y Cía. No tuvieron hijos, pero vivía con ellos una sobrina de la mujer, Juana García Gómez. Tuvo mucha vinculación con otra sobrina suya, Isabel Kiernan Kiernan. Una nueva etapa en su vida se inicia en 1939, cuando en unión de D. Eduardo y D. Enrique Rodríguez Díaz propietarios de un bazar de loza y cerámica en la calle Cuna llamado La Cartuja -por tener un depósito de la fábrica de Pickman toman el traspaso de la Fábrica de Cerámica de D. Manuel Montero Asquith en calle San Jorge, 31, en pleno corazón artístico del barrio de Triana. Kiernam era conocido por los hermanos Rodríguez Díaz ya que les hacía trabajos por encargo. Así nace la firma Cerámica Santa Ana, Rodríguez Díaz y Hno., en la que éstos aportaban el capital y Kiernam la dirección artística, la formulación de los colores, la técnica y el nombre, aunque éste último llegó a formar sociedad e incluso vivía en la primera planta del inmueble, osea, en la misma fábrica. En el libro de matrícula del personal figura como fecha de su alta en la empresa el 1 de Enero de 1940. En ésta época inventa el horno de sobrecaja, y comienza a recibir un sinfín de aprendices que luego trabajarían en la fábrica, como Facundo Peláez, Antonio Martínez Adorna, Manuel Soto Carretero, Juan Sánchez Cueto, etc. Otro colaborador estrecho en Cerámica Santa Ana fue su cuñado Gonzalo Fernández Olmedo, casado con María Kiernan Flores. En cualquier caso, Kiernam no era muy proclive a derrochar enseñanzas y sí a comunicar maestría en el oficio, según me informaron algunos de los anteriormente citados. Obtuvo diversos premios, como el primer premio, diploma y medalla de la I Exposición Internacional de Artesanía de Madrid (1953), y Diploma de honor en la Exposición Provincial de Artesanos (Sevilla, 1968). Con fecha 1 de octubre de 1949 ingresó como hermano de la popular cofradía trianera de La Estrella en cuya Junta de Gobierno ocupó el cargo de Consiliario (1961-1967). Esta Hermandad le tributaría homenaje el 25 de marzo de 1973, por su trayectoria artística y por haber sido el mejor ceramista que plasmara en azulejos a la Virgen de la Estrella. Gozó de gran prestigio profesional, y podemos considerarlo uno de los mejores retablistas de cerámica religiosa de mediados del siglo XX. Incluso ante tal cantidad de encargos, le tenían que ayudar sus compañeros y él retocaba las obras y las firmaba. La técnica que usaba era al agua y al aguarrás para retoques. En los años cincuenta ejecutó numerosas copias de lienzos famosos (Velázquez, Zurbarán, El Greco), muchos exportados a Europa y América y algunos que se encontraban en la Exposición en Cerámica Santa Ana, hasta su cierre en 2013. Algunos fueron vendidos y otros se repartieron entre los últimos socios de la firma, los hermanos Rodríguez Bergillos. Antonio Kiernam falleció en vísperas de Semana Santa, el jueves de pasión 8 de Abril de 1976, a los 74 años de edad, celebrándose su funeral en la parroquia de la O, tan cercana a su domicilio en el mismo edificio de Cerámica Santa Ana. En el año 2002 se publicó una monografía de su vida y obra escrita por Antonio Carrasco Bernal, ilustre trianero que trabajó en las oficinas de Cerámica Santa Ana y trató estrechamente a Antonio Kiernam durante décadas, siendo un entusiasmado de su obra en azulejería. El 10 de mayo de 2015 la Asociación Amigos de la Cerámica Niculoso Pisano tributó un homenaje a su memoria en el salón de actos del Centro Cerámica Triana, en Sevilla, construido en terrenos de los que fue su lugar de trabajo durante más de treinta años, con asistencia de numerosos familiares. Fuentes: Recopilado por Martín Carlos Palomo García, ceramófilo de Sevilla a partir de: Biografía publicada por Jesús Palomero Páramo en “Sevilla, Ciudad de Retablos” (1987), pp. 66-71. Biografía publicada por Antonio Carrasco Bernal en “Antonio Kiernam Flores, su obra y Triana”, Sevilla, 2002. Entrevista personal con Alberto Kiernam Kiernam, sobrino del artista. (julio de 2007) PALOMO GARCÍA, Martín Carlos. “El ceramista Antonio Kiernam Flores, hermano de la Estrella”. Boletín de las Cofradías de Sevilla núm. 616, junio 2010. Pp.500-502 Documentación aportada por Francisco Kiernan Atalaya a Martín Carlos Palomo García, en 2015, con motivo del acto de homenaje a su memoria celebrado en el Centro de la Cerámica de Triana, Sevilla, el 10 de mayo de 2015, al que asistieron la mayoría de sus parientes.
Bibliografía
Carrasco Bernal, Antonio. Antonio Kiernam Flores, su obra y Triana. Sevilla 2002.