Pintor, ceramista y profesor de dibujo nacido en Sevilla el 14 de diciembre de 1904. Fue el tercero de los hijos del prestigioso pintor ceramista sevillano José Macías y Macías y de Dolores Luque Pinto, natural de Antequera (Málaga). Desde muy temprana edad su padre entiende su aptitud para el dibujo, de manera que le enseñó a dibujar a la vez que le enseñó a leer. Cursó los estudios primarios en la escuela de su tío Juan González-Eiris y Macías, en la localidad de Salteras (Sevilla).
Con su padre se inició en la pintura cerámica, durante un corto espacio de tiempo en la Fábrica de Manuel Rodríguez y Pérez de Tudela (década 1920) y después en la de Mensaque Rodríguez y Cía (hasta mediados del siglo XX), donde demostró su capacidad para el dibujo. También hizo encargos particulares y colaboró con su padre en la ejecución de murales cerámicos, en esos años en que la cerámica artística gozaba de gran auge y demanda en nuestra ciudad.
Ingresó en la Escuela de Arte y Oficios, se matriculó en Medicina, comenzó los estudios de perito industrial pero pronto se dio cuenta de que su camino era la pintura y decidió ingresar a principios de la década de 1940 en la Escuela de Bellas Artes anta Isabel de Hungría, obteniendo la licenciatura. En el transcurso de sus estudios en Bellas Artes obtuvo varios premios en la asignatura de dibujo artístico. Fue alumno destacado de José Hernández Díaz, quien le ofreció continuar sus estudios en escultura, oferta que cortésmente rechazó.
Aunque nunca se olvidó de la cerámica, se dedicó a la docencia impartiendo clases de dibujo artístico y lineal de modo particular, en el colegio del Santo Ángel, durante poco tiempo, y en el de los Padres Escolapios durante 25 años y hasta su jubilación en 1975, siendo agasajado con un cálido homenaje por parte de padres y profesores. También fue profesor de la Escuela para Sordomudos, Hostelería y Artes Gráficas de la calle San Luís, subvencionado por la Diputación, docencia heredada de su padre, manejando igualmente el lenguaje de signos.
Fue director artístico de las empresas publicitarias “La Forestal” y “Publicidad Diana», entidad que trajo a Sevilla los primeros postes-papeleras publicitarios, proyecto innovador en la ciudad de Sevilla.
A pesar de dedicar gran parte de su tiempo a la docencia, José Macías Luque siguió encontrando el momento para dedicarse a su pintura, con gran maestría en todos los soportes y estilos. Además de la cerámica pintó al óleo, a lápiz y acuarela. Trabajó el grabado y realizó pergaminos para hermandades y ayuntamientos.
Tuvo especial interés por la heráldica y recibió encargos de personalidades, entidades y hermandades con peticiones de escudos heráldicos que realizó al óleo o en pergaminos a la acuarela. Se dedicó también a trabajos de restauración, en la firma “Casa Cruz», que estaba en la calle Lineros, donde además exponía sus trabajos. Hizo proyectos para decoración al fresco de iglesias y participó en los carteles de las Fiestas Primaverales.
Perteneció desde su fundación a principios de los años cincuenta de la pasada centuria a la Hermandad de Santa Marta, que tuvo su origen por personas vinculadas al antiguo Sindicato de Hostelería, para la que pintó el Cristo de la Misericordia en muchas ocasiones.
Vivió en el centro de Sevilla, en el domicilio paterno de la calle Jaúregui 7 (antiguo 15), junto al Colegio de los Escolapios donde daba clases, que por entonces estaba en la Plaza Jerónimo de Córdoba. Su última residencia fue en el barrio de la Calzada, en la calle Juan de Zoyas 42, donde vivió desde mediados de los años cincuenta y donde falleció a la edad de ochenta y cuatro años, el 1 de enero de 1988, dejando un importe legado artístico y docente. Casó con Carmen Gayangos Corona y tuvieron una única hija, María del Carmen Macías Gayangos (n. 1941).
Fuente: Datos y fotografías facilitados a nuestro colaborador Martín Carlos Palomo García en febrero de 2010 y noviembre de 2015 por su hija Dña. María del Carmen Macías Gayangos.