Macías y Macías, José

Pintor y ceramista nacido en Sevilla, en la calle Sol, el 14 de septiembre de 1879. Fue el primogénito de los seis hijos (tres varones y tres hembras) habidos en el matrimonio formado por José Macías (natural de El Madroño, Sevilla) y Leonor Macías (natural de Salteras, Sevilla), siendo bautizado en la parroquia de San Román el 21 de septiembre de 1879. Con unas habilidades innatas para el dibujo y la pintura, el propietario de la imprenta donde trabajaba su padre le recomendó que se formara en el arte pictórico, al que se entregó por completo a partir de su formación en la  Academia de Bellas Artes de Sevilla en los últimos años del siglo XIX.

Se dedicó por entero a la pintura principalmente por encargo de familias adineradas de la época y para la iglesia. Fue contemporáneo de pintores sevillanos como José Lafita, Alfonso Grosso Sánchez, José Jiménez Aranda y José Rico Cejudo, entre otros. Pero al contrario que ellos,  nunca salió de Sevilla, aunque sí su obra, pues gracias a José Pinelo, algunas de sus pinturas fueron expuestas en la cuarta y quinta Exposiciones Pinelo en Buenos Aires en 1905 y 1906 respectivamente y en Méjico en 1910. También tenemos noticias por la prensa de la época que informa de la venta a un aficionado de Londres de la obra “La Pajarita” (1906), en la cabe resaltar un notable efecto de luz artificial. Fue miembro de la junta directiva del Círculo de Bella Artes, entidad creada por Rico Cejudo en 1914 para sustituir al Centro de Bellas Artes desaparecido en 1911. Mantuvo relación con el historiador, arqueólogo y ceramófilo sevillano José Gestoso y Pérez.

Presentó obras en los distintos certámenes de pintura realizados en la ciudad de Sevilla para la Exposiciones Primaverales sevillanas de Bellas Artes, exposiciones benéficas y participó en los concursos de Carteles Artísticos y portadas de los folletos de las fiestas primaverales, donde fue galardonado más de una vez con diversos premios. A pesar de ello, nunca dio importancia alguna a tales eventos, de tal manera que las obras que presentaba realmente no eran pintadas específicamente para tales concursos sino que eran aquellas que en ese momento se encontraba realizando o simplemente aquellas que tenía por vender.

Existen retratos pintados por él en la galería de la Catedral de Sevilla, el retrato de José Gestoso y Pérez en la Biblioteca Colombina, el de Gustavo Adolfo Bécquer en la Sociedad Económica Amigos del País y en la Real Academia Sevillana de Medicina, sita en la Casa de los Pinelo; concretamente en esta última institución los de Javier Lasso de la Vega y José María Asencio Toledo. Otro cuadro de gran mérito es el de “La Vendimia”, que estuvo expuesto en la desaparecida tienda “Deportes Z” de la calle Sierpes.

Su obra artística se puede enmarcar en la pintura romántica-realista, que marcó el arte español del siglo XIX y que se extiende hasta principios del siglo XX. Debió tener estrecho contacto con el antes citado arqueólogo, historiador y ceramófilo José Gestoso (1852-1917). Entre sus alumnos podemos destacar a José Ruesga Montiel (n. Sevilla, 1947), que se formó en dibujo durante cinco años con él.

En los primeros años de su actividad artística, que coinciden con los primeros años del siglo XX, recurre a la pintura cerámica como medio para obtener recursos económicos que muchas veces la pintura no proporcionaba de forma inmediata. Es así como ejecutó trabajos para las fábricas de Manuel Rodríguez y Pérez de Tudela, Mensaque Rodríguez y Cía., y esporádicamente para Cerámica Santa Ana.

Participó en la Exposición del Iberoamericana de 1929 en algunos de los murales cerámicos de la Plaza de España, apareciendo su firma en el banco de Baleares. Numerosas obras cerámicas se encuentran repartidas por la ciudad de Sevilla, Sanlúcar de Barrameda, Cartaya, Antequera, Jerez de la Frontera, Estepa, Carmona, etc., tanto de temática religiosa como profana. Pintó retratos de una calidad extraordinaria en soporte cerámico, como los de Manuel Rodríguez Alonso y Tadeo Soler Navarro, propietarios de la fábrica de Mensaque Rodríguez y Cía., así como los retratos de los Reyes Alfonso XIII y Victoria Eugenia que presidían la sala exposición de la prestigiosa industria, así como otros retratos en cerámica de miembros de la familia Real.

También ejerció la docencia a partir de la década de 1940, impartiendo clases de dibujo en la Escuela de Sordomudos de la Diputación Provincial, en calle San Luis, por lo que aprendió a manejar el lenguaje de signos. Su hijo también sería docente en ese centro.

Tuvo una estrecha relación con la Comunidad de las Hermanas de la Cruz, siendo el pintor designado por ellas para plasmar primero en óleo para el refectorio y después en cerámica el retrato de su fundadora al poco de su fallecimiento, óleo que pintó excepcionalmente en la celda de la hoy proclamada Santa Ángela de la Cruz. De este cuadro copió en cerámica el mural que preside el patio de la sede principal de la comunidad en Sevilla así como otros dispersos en otros conventos de la congregación.

Casó con doña Dolores Luque Pinto y tuvieron seis hijos: Adela, Concepción, Juan José, Ángela, Luisa y María Josefa.  Esta última casaría con Francisco Murillo Casas, hijo de Enrique Murillo Herrera, farmacéutico de la trianera Plaza del Altozano. Solo seguiría su trayectoria artística y docente su hijo varón, Juan José Macías Luque, que también dedicaría parte de su actividad creativa a la cerámica, teniendo a su padre como mentor y maestro. El último domicilio familiar fue en la calle Jáuregui.

José Macías vivió una vida dedicado por completo a su arte y comprendido perfectamente por su esposa y su familia, que lo apoyó durante toda su vida. Prueba de ello es, que en gran parte de su obra, aparecen sus hijos e hijos políticos posando como modelos para ser pintados del natural.

Su salud se quebrantó a raíz de ser atropellado por una motocicleta. Su última obra fue una Virgen de la Servilleta, que dejó inconclusa. José Macías Macías falleció en la ciudad de Sevilla el 21 de febrero de 1963, habiendo llevado una vida plena dedicada a la pintura y dejando a su hijo José Macías Luque un legado inmenso de conocimientos, pues también se dedicaría a la pintura y a la cerámica, así como a la labor docente, en la Escuela de la Diputación de la calle San Luis y en el Colegio de los Escolapios de Sevilla.

Fuente: Datos y fotografías facilitados a nuestro colaborador Martín Carlos Palomo García ofrecidos en febrero de 2010 y noviembre de 2015 por su nieta Dña. María del Carmen Macías Gayangos, e hija de Juan José Macías Luque. Datos complementarios sobre José Ruesga Montiel aportados por Dña. María Pilar Noval Vallina, en julio de 2009.

Talleres

  • Manuel Rodríguez Pérez de Tudela. Fábrica
  • Mensaque Rodríguez y Compañía. Fábrica
  • Cerámica Santa Ana. Fábrica