Nace el 1 de Noviembre de 1891, en la localidad sevillana de Alcalá de Guadaira. Hijo de Francisco Martín Campos, ebanista de profesión al que conocían en Alcalá por el Maestro Campos; de ahí el conocer a su hijo por «Campitos».
Con gran afición a la pintura desde pequeño, influenciado por los paisajistas afincados en Alcalá a principios de siglo, acude a la Escuela de Artes y Oficios de Sevilla, siendo sus maestros González Santos, Gonzalo de Bilbao y Gómez Gil, entre otros.
Toma contacto con la cerámica en los años veinte junto a Antonio Kiernam y Sebastián Ruiz Jurado, que regentaban por entonces la Fábrica Santa Ana. Poco después marcha a la Casa José González , sita en el corralón del Chamusquino de calle Pagés del Corro (a la izquierda del Colegio San Jacinto) y también en calle Betis (después sala de baile la Manigua).
Casó en 1926 con María Alarcón Santacruz, siendo el regalo de bodas de su compañero Antonio Kiernam dos preciosos jarrones de cerámica dedicados que hoy conservan sus hijos. Fue íntimo amigo del ceramista José Recio del Rivero, que le bautizó a su primogénita, Concepción, que también debutaría en el mundo de la cerámica.
Cuando estalla la Guerra Civil cae en declive la fábrica, y se traslada a Madrid con uno de los socios de los hermanos González para terminar unos trabajos, llevándose a la mujer y sus dos hijos, Conchita y José. Monta taller de cerámica en el Puente de Vallecas (calle Capitán Heredia 10), donde hace sobre todo retablos religiosos. También vive estos conflictivos años en la calle Barquillo, 7 de la capital madrileña y en Mora de Toledo, donde tenía familia, trabajando entre otras cosas en una fábrica de fundición de proyectiles.
Finalizada la contienda, vuelve a Sevilla y en 1939, apoyado por su amigo Joaquín Castilla Romero ‑excelente dibujante‑ que tenía un almacén de materiales de construcción en la calle Gonzalo Segovia 10, monta su taller de cerámica en un espacio que le cedió aquel. Su razón social, Cerámica Artística Campos. Por estos años cuenta como discípulos y colaboradores con Rafael Bono Reyes y con Manuel Rubio Tavira (n.1927), que procedía de la clase de cerámica de su compadre José Recio del Rivero. En 1952, coincidiendo con el auge inmobiliario que transformaría los Remedios, se marcha a la antigua calle Aracena número 7, en el Patrocinio, espacio urbano que ya no existe.
En 1956 Campitos se retira a su pueblo natal, Alcalá de Guadaira, donde se dedica a pintar al óleo paisajes de la Ribera del Guadaira, aún con limitación importante de su visión, ejecutando incluso un autorretrato (1980). Tuvo un ofrecimiento de los hermanos de San Juan de Dios para que enseñase cerámica a los muchachos acogidos, pero no fructificó el proyecto. Falleció el 17 de Septiembre de 1981.
La industria cerámica familiar siguió en manos de los hijos desde 1956 hasta 1968, con siete trabajadores, en que tuvo que cerrar ante la crisis generalizada del sector. Entonces, su hijo José Martín Alarcón, se dedicó a diversas actividades como agente comercial principalmente. En 1984 decide restablecer en unión de sus hijos la firma Cerámica Artística Campos, que se formaliza en 1987 como Sociedad Laboral e integrada por los sucesores del popular Campitos.
Campitos era persona modesta, algo introvertido, no quiso nunca llamar la atención. Tanto, que ni siquiera firmaba sus obras, por lo que muchas de ellas no podrán ser catalogadas. Aún así, realizó muchas importantes, como la Plaza del Duque en Alcalá y la Plaza Alta en Algeciras. Sin embargo, firmaba sus óleos, con las iniciales AMB unidas seguida de Campos. Podemos afirmar que fue el ceramista más importante en la modalidad de cuerda seca en el siglo XX, actividad que continúan sus sucesores. A él se deben muchas de las escenas del Quijote en olambrillas grandes a cuerda seca.
El Ayuntamiento de su pueblo natal le brindó en vida numerosos homenajes, así como le fue dedicada una calle tras su fallecimiento. El 31 de Enero de 1992, con motivo del centenario de su nacimiento, se organizó una Exposición antológica en la Galería Municipal con presencia de sus hijos. Se expusieron 36 óleos, 27 piezas de cerámica y una representación de otras facetas, como su decoración de los muebles de estilo sevillano que hacía su padre.
Fuentes: recopilado por Martín Carlos Palomo García, ceramófilo. A partir de entrevistas realizadas a sus descendientes, a Rafael Bono Reyes y a Manuel Rubio Tavira. Sevilla. 2000. También aporta muchos datos Antonio Carrasco Bernal en su artículo “En el centenario del nacimiento de Campitos” publicado en la Revista Triana número 41, marzo 1992.
Bibliografía
Cerquera Hurtado, M.A. y Báñez Simón, J.M. (2018). Antonio Martín Bermudo «Campitos», pintor y ceramista alcalareño. Alcalá de Guadaira (Sevilla), Pp. 125-150. (VER)