En la plantilla de pintores ceramistas que trabajaron en las afamadas fábricas trianeras de la primera década del siglo XX no todos fueron nacidos en nuestra tierra. Al igual que algunos migraron a otros centros productores de cerámica, al arrabal llegó mano de obra procedente de tierras manchegas o levantinas. Este fue el caso del pintor que plasmó su firma en el frente de altar de la capilla del sagrario de la iglesia parroquial de La O. Su nombre, Fidel Villarroel López.
Al constituirse el templo de la O en segunda parroquia de Triana en 1911, se proyectaron una serie de mejoras encaminadas a adecentarla. La más importante fue la capilla del sagrario, un maravilloso cofre de azulejería para el Santísimo conformado entre 1910 y 1928. Se inicia con el zócalo en 1910, firmado por Antonio Romero Pelayo en la industria que regentó Manuel Corbato García en la cercana calle San Jorge. Se culmina con el retablo, magna obra de barro vidriado firmada en la fábrica de Manuel García Montalván, con moldes de Emilio García García, cuya bendición tuvo lugar el 17 de marzo de 1929[1].
Entre esas fechas extremas, a mediados de la década de 1920, el pintor Fidel Villarroel López ejecutó el panel frontal del altar, en la fábrica de Manuel Montero Asquith (continuador de su cuñado Manuel Corbato a partir de 1920 y hasta 1939, en que se constituye Cerámica Santa Ana). Obviamente, el medallón central reproduce la exaltación de la eucaristía rodeada de querubines entre nubes, corriendo el resto de la decoración del frontal en el más tradicional colorido trianero del momento reproduciendo motivos renacentistas.
Sobre el lugar de nacimiento de Fidel Villarroel, Beatriz Maestre cita que era natural de Ciudad Real[2]; otras fuentes recogen que nació en Talavera de la Reina. Sobre su fecha de nacimiento, estimamos sería a finales del siglo XIX, llegando a Sevilla tras una primera etapa en Talavera de la Reina, otro de los grandes centros productores de cerámica de España. Debió llegar a Sevilla en la segunda década del siglo XX, pues tenemos catalogadas obras suyas en el alfar sito en la calle San Jorge que regentaron sucesivamente los industriales Manuel Corbato (entre 1908 y 1920) y su sucesor Manuel Montero Asquith (desde 1920 hasta 1939), donde en este último año los hermanos Rodríguez Díaz fundaron Cerámica Santa Ana.
En 1934 Fidel Villarroel ingresa en la plantilla de la afamada fábrica de La Cartuja, donde creó un nuevo estilo inspirado en la cerámica popular de Talavera y Puente del Arzobispo, el llamado “estilo Villarroel”, que posteriormente derivó en los pintados “Villarroel” y “caza menor” que permanecieron décadas[3]. No vino solo a Sevilla, pues también hay documentados obras en cerámica firmadas por su hermano Ángel Villarroel en la fábrica de Los Remedios (Laffitte), Casa González y Mensaque Rodríguez y Cía.
Desgraciadamente la carrera profesional y artística de Fidel Villarroel acabó el domingo 23 de enero de 1938[1], en plena guerra civil, a consecuencia de un bombardeo por la aviación del bando republicano en la zona de Tablada que se prolongó hasta el Barrio León, las calles Castilla y Manuel Arellano. Por el trabajo de investigación sobre el suceso que ha llevado a cabo José Díaz Arriaza sabemos que entre otros murieron Fidel Villarroel, que vivía en la calle José León número 22, junto con la que fuera su madre, María López (de 62 años), además del propio hijo del ceramista, Juan José, de quince años, todos procedentes de Talavera de la Reina[2]. Fueron enterrados en el cementerio de San Fernando, y posteriormente, en el año 1969, trasladados al Panteón de Héroes de la Patria, o Panteón de los Caídos, en el mismo camposanto, situado tras los mausoleos de los toreros Joselito y Paquirri, donde aún permanecen[3].
Fuente: Martín Carlos Palomo García, mayo de 2022.
[1] PALOMO GARCÍA, Martín Carlos. “Coronación de la Virgen de la O”, en Boletín de las Cofradías de Sevilla nº 580. Sevilla, junio de 2007, pp. 509-518.
[2] MAESTRE LEÓN, Beatriz. La Cartuja de Sevilla, Fábrica de Cerámica, Sevilla, 1993, p. 198.
[3] Ibidem, p. 198.
[4] ABC. Madrid, martes 25 de enero de 1938, p. 3.
[5] DÍAZ ARRIAZA, Juan José. Sevilla, un rojo amanecer. Sevilla, 2011.
[6] DÍAZ ARRIAZA, Juan José. Ni localizados, ni olvidados. Las Fosas del Cementerio San Fernando de Sevilla, 1936-1958. Sevilla, 2016, pp. 249-254.