Bibliografía

Pleguezuelo Hernández, Alfonso. Capítulo de Cerámica en obra “Museo-Palacio de la Condesa de Lebrija”. Sevilla, 2002.

Más datos

Desconocemos dónde pudo adquirir la Condesa de Lebrija esta interesante y original pieza con la que es recibido, al modo cristiano, todo aquel que entra en el palacio con la breve salutación: AVE MARIA alusiva al misterio de la Anunciación de su maternidad y fórmula de saludo coloquial incorporada al castellano desde época remota.
Se trata de una pieza de extraordinaria originalidad si fuera de producción sevillana ya que no disponemos de ejemplares paralelos que nos lo confirmen. Más que un «azulejo» es una «placa cerámica» hecha por presión del barro contra un molde, cocida y después pintada antes de ser introducida en el horno una segunda vez. Resulta curioso comprobar que las pinceladas no se ajustan literalmente al relieve lo que se aprecia de forma especial en el mayor tamaño de las letras pintadas respecto de las relevadas.
La pincelada negra del dibujo es muy fina y los esmaltes de colores, brillantes y cromáticamente puros, características que recuerdan a las producciones cerámicas de Puebla de los Angeles (Mexico) y también a algunas del sur de Italia. Su datación podría fijarse en el segundo tercio del siglo XVII.
La moldura exterior está formada por una cadena de cuentas, inspiradas en el orden jónico. En los cuatro ángulos, motivos vegetales, en relieve que el pintor ha unido formando ramas ascendentes que florecen, flanquean un óvalo formado por otras cuentas que recuerdan un rosario y se remata, como estos, en una cruz.
Dentro del mismo se lee el citado lema salutatorio y bajo él, un corazón atravesado por dos flechas que aluden metafóricamente al Amor Divino (Alfonso Pleguezuelo Hernández).

El Palacio Lebrija es una edificación que data de los siglos XVI-XVII y fue remodelado en el siglo XX. Debe su nombre a la Condesa de Lebrija, Doña Regla Manjón y Mergelina, que lo adquirió en 1901 y lo sometió a una profunda remodelación y enriquecimiento decorativo, a base de azulejería de los siglos XVI al XX, así como mosaicos romanos procedentes de excavaciones arqueológicas de Itálica comprados a coleccionistas privados o aparecidos en terrenos de su propiedad, además de estatuaria, brocales de pozo, cerámica musulmana, mobiliario y joyas. En concreto, la azulejería procede de su casa palacio en la localidad de Arcos de la Frontera (Cádiz) y de varios conventos de la órdenes carmelita y agustina clausurados en Sevilla a raíz de la desamortización. Los paños de azulejos ejecutados en los primeros años del siglo XX fueron encargados a los más prestigiosos pintores y talleres activos en Triana.

Conjunto

Sevilla. Palacio de la Condesa de Lebrija