Azulejo cuadrado de barro blanquecino; decoración en relieve, realizado a molde, con la representación de dos zancudas afrontadas ante un árbol, sobre el que se apoya un escudo nazarí; en las esquinas superiores dos pájaros, uno de ellos perdido por fractura del azulejo. Vidriado con fondo blanco estannífero, y motivos en azul y dorado, éste último muy perdido.