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La parroquia de Nuestra Señora de las Mercedes abrió sus puertas en 1965 en unos locales bajos provisionales cercanos de la calle Cancionera, en una barriada de nueva construcción denominada ”Felipe II”, mientras se construía un alto edificio de viviendas cercano en cuyo sótano sería inaugurada la nueva parroquia en 1970, en la antigua prolongación de la Avenida de Felipe II (luego denominada General Merry y desde 2012 Avda. Nuestra Señora de las Mercedes). Su primer párroco fue D. Carlos Rodríguez Baena, que rigió la parroquia hasta su fallecimiento en el año 2003, quien también fundó el cercano Colegio Nuestra Señora de las Mercedes.
Correspondió al escultor ceramista Emilio García Ortiz toda la decoración de la iglesia, consistente en un gran mural cerámico en el presbiterio presidido por una escultura en piedra de la Virgen con el Niño Jesús en brazos, y la leyenda “Todas las generaciones me llamarán bienaventurada”. También fueron diseño y ejecución de Emilio García las vidrieras decorativas, que combinan el vidrio multicolor con piezas modeladas de cerámica.
En la década de 1980 se añadió al título de la parroquia el de San Carlos Borromeo, y en 1988 cambió de nombre y pasó a llamarse parroquia de Nuestra Señora del Rocío y San Carlos Borromeo, pero debido a los problemas de accesibilidad del templo, por estar en un subterráneo, fue clausurada a principios del siglo XXI y el local quedó habilitado como salón multiusos del Colegio Nuestra Señora de las Mercedes, a cuya capilla se trasladó la imagen de la Virgen, permaneciendo el mural en su ubicación original. El hueco dejado por la imagen fue sustituido por un moderno panel seriado de azulejos de arista. (Martín Carlos Palomo García)