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Antes de 1976, el arquitecto Rafael Manzano derribó esa esquina del convento, hoy una fachada en ladrillo y antes encalada y reinventó la que ahora conocemos, muy afortunadamente por cierto, haciendo ahí la puerta principal, que antes no existía sino que era la ahora secundaria, en la calle Dueñas. Es en ese momento cuando sale a relucir ese azulejo que antes estaría, probablemente, en el interior del convento del Espíritu Santo, de las Comendadoras de Santiago. (Francisco José Vallecillo Martínez)

Conjunto

Sevilla. Convento del Espíritu Santo