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El retablo acoge una compleja representación iconográfica. Arriba, en el centro aparece el Sagrado Corazón de Jesús escoltado a la izquierda por el rostro de san Francisco de Asís y a la derecha por el del beato Diego José de Cádiz. Centrando la composición se muestra una gran cartela con una original representación de la Divina Pastora, erguida y con ropajes de colores inmaculistas. Bajo esta cartela aparece el emblema franciscano de los brazos cruzados de Cristo y san Francisco, el rosario y en las esquinas inferiores, a la izquierda, el rostro de fray Isidoro de Sevilla y a la derecha el del padre Ambrosio de Valencina. A izquierda y derecha de la cartela central se muestra escrito en latín el motivo de la colocación del azulejo, que no es otro que la conmemoración del Rescripto Pontificio, otorgado por el papa Benedicto XV en 1920, por el que concedió la cotitularidad del templo conventual de Capuchinos de Sevilla a la Divina Pastora junto al de santas Justa y Rufina que ya le daban nombre desde antiguo.

Por otro lado, sobre la cartela que acoge el rostro del padre Ambrosio de Valencina aparece la siguiente leyenda: «Lo mandó hacer el Reverendo Padre Juan de Ardales. Provincial de Capuchinos».

Nuestro agradecimiento al Guardián del Convento, Fray Fernando Linares Fernández.

Leyenda que contiene la obra

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Conjunto

Sevilla. Convento de Capuchinos