02091. Altar. Descendimiento. Coria del Río. Sevilla.

Bibliografía

Cascales Muñoz, J. (1929). Las bellas artes plásticas en Sevilla: la pintura, la escultura y la cerámica artística desde el siglo XIII hasta nuestros días. Toledo: Imp. Fot. y Enc. del Colegio de Huérfanos de María Cristina .
Gestoso y Pérez, J. (1903) Historia de los barros vidriados sevillanos desde sus orígenes hasta nuestros días. Sevilla.

Más datos

El retablo es una copia perfecta del original que se encuentra en el Oratorio de los Reyes Católicos de los Reales Alcázares de Sevilla, pintado por Francisco Niculoso Pisano, en el que se representa la escena de la Visitación de María a su prima Isabel.
La escena central ha sido sustituida por Arellano por otra del Descendimiento de Jesús del cuadro de Pedro de Campaña (Iglesia Catedral de Sevilla).
Arellano reproduce el enmarcado del retablo dónde se representa el Árbol de Jesé o Genealogía de Jesús, de manera exactamente igual que Pisano. Hizo varias copias de esta composición para hacendados sevillanos: familia Ibarra, Duques de París o familia Camino.
La escena del Descendimiento está magistralmente resuelta, consiguiendo Arellano un dibujo cuidado con perfilado de cobalto, una profundidad en la escena admirable, una gran calidad pictórica en la expresión de los rostros de los diferentes personajes y un tratamiento escenográfico magistral, fiel al modelo copiado. Todos los rostros están resueltos con aguadas de cobalto. El resto de elementos (ropajes, maderos, paisaje de fondo) están pintados con una paleta de naranjas, berenjenas, cobaltos, negros, verdes cobre y amarillos.
El Árbol de Jesé arranca desde la base del retablo cerámico, con Jesé sobre su costado derecho, ricamente vestido, de cuyo cuerpo salen ramas de plantas y flores que van subiendo por ambos lados y dando presencia a distintos personajes de la Genealogía, que tiene ligeras diferencias con Mateo Cap.1,2-16.
Cada personaje aparece dibujado de medio cuerpo, a modo de una flor sobre el cáliz, ataviado con elementos propios de su realeza y sus nombres aparecen escritos en una cinta que se retuerce sobre sus torsos.
Aún existe una segunda decoración de enmarque: sobre fondo naranja se dibujan diferentes grutescos en posición simétrica, con escenas naturalistas y personajes mitológicos con torsos humanos y cuerpos de animal. Remata esta zona un Santo Rostro de Jesús en su Pasión, coronado de espinas, enmarcado en un tondo de flores y frutos.
En la parte baja se dispone un frontal de altar con fondo anaranjado con decoración de personajes mitológicos, mitad hombre mitad animal, y en el centro se dibuja un tondo floral con la Santísima Trinidad. En las esquinas superiores se dibujan los escudos de Sevilla y Bilbao. (Jesús Marín García)