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La imagen de la Virgen bajo la advocación del Carmen está representada junto a ánimas purgantes que imploran su mediación. Aparecen con un escapulario tanto la Madre como el Niño. Toda la escena está recreada sobre un fondo de nubes al manganeso, con una forma de dibujo que nos recuerda a muchos paneles de los que tenemos documentados en la última parte del XVIII.

La pieza se encontraba en la fachada de un desaparecido molino de aceite, se conserva bien, tiene defectos de cocción y el dibujo está resuelto con una cierta calidad, utilizando tonos anaranjados, pardos y negros.

El retablo tiene una leyenda en azulejería donde debió escribirse: Virgo carmelitarum. Ora pro novis. Año de 1778.

Las piezas número 1, 3 y 8 están mal colocadas. A continuación ofrecemos la versión correcta.

Leyenda que contiene la obra

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