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Este retablo, que en origen parecía representar a la Virgen de los Dolores, patrona de La Rinconada, finalmente representa a Nuestra Señora de la Soledad de la parroquia de San Lorenzo de Sevilla. Hemos llegado a esta conclusión por dos motivos: el primero de ellos por el parecido razonable que ostenta con la imagen hispalense así como su atavío, claramente parecido a una antigua fotografía que se conserva de la imagen sevillana y en la que suponemos se inspiró el pintor para realizar esta pieza cerámica y en segundo lugar, algo prácticamente definitivo, es la diadema que luce la imagen con un característico escudo nacional en su centro. Esta diadema la sigue poseyendo la Hermandad de la Soledad de San Lorenzo y la sigue luciendo la imagen. Está datada en 1893. (Manuel Pablo Rodríguez Rodríguez).

En una entrevista publicada en el Boletín de la Hermandad de Nuestra Señora de los Dolores, la santera de la Capilla, Vicenta Rivera (q.e.p.d.) explica el origen de este retablo: "Resulta que aquí en el pueblo había un cura que le gustaba mucho la cacería, y andaba por todos los alrededores del pueblo. Un día que pasaba por unos solares, se encontró al torero "El Algabeño", que tenía una finca por allí cerca que se llamaba "La Huerta de Dolores", y en cuya puerta había una cerámica muy bonita que gustó mucho al cura, tanto que se la pidió para ponerla en la puerta de la capilla. Pero el torero le dijo que esa no se la podía dar porque entonces le quitaba el nombre a la finca, pero que le iba a regalar una para la capilla. Y efectivamente, así se hizo. Esto sería el año 1923 ó 1924..." (Luis Miguel Reina Humanes, hermano de la Hermandad de Ntra. Sra. de los Dolores, Patrona y Alcaldesa Perpetua de La Rinconada).