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Nos encontramos con una advocación mariana desconocida en estos entornos de la marisma sevillana. Isla Mínima es un espacio natural en el que tiene lugar una agricultura intensiva de arrozales. El poblado se crea para albergar a los jornaleros en épocas de siembra y recolección.

La advocación de Bótoa tiene sus raíces en Badajoz, ciudad de la que es co-patrona. Se le venera, desde el siglo XVI, en una ermita situada a 17 km. de la ciudad. Tiene como advocación la de Reina de los Campos, lo que ayudaría a entender el porqué de su existencia en las marismas sevillanas, aunque también podría venir de la colonización de esta zona en la década de 1940 por jornaleros provenientes de distintos lugares, entre ellos Extremadura. Cuenta la tradición que se apareció en una encina en 1520 y la encina, desde entonces, da bellotas con rugosidades que se asemejan a la imagen de la Virgen.

La iconografía es muy similar a la de la Virgen del Rocío, con la que puede confundirse a primera vista (esa es la creencia de los habitantes del poblado), vestida de pastora. Se ha pintado sobre una peana procesional, en un entorno natural de dehesa y floresta. La romería se celebra a mediados del mes de mayo y Kiernam bien pudo pintarla teniendo como modelo una fotografía de la Virgen en romería. (Jesús Marín García)