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Nos encontramos ante una pieza muy singular, pues fue la última obra del ceramista Antonio Kiernam Flores, ya que falleció el 8 de abril de 1976 y lo dejó terminado a falta de cocción. En principio fue propiedad del trianero Ángel Bonilla Gálvez. Tras el fallecimiento de éste, su hijo lo vendió al coleccionista Pedro Revilla Escaño, junto con otros tres retablos firmados por Antonio Morilla Galea, representando a la Esperanza Macarena, la Virgen del Rocío y la Virgen de los Reyes. Martín Carlos Palomo García.