Bibliografía

González Moreno, Joaquín. (1992). Vía Crucis a la Cruz del Campo. Sevilla. Editorial Castillejo.

Palomo García, Martín Carlos. (1998). Los azulejos del Vía Crucis a la Cruz del Campo. Sevilla. Boletín de las Cofradías de Sevilla núm. 470, abril 1998, pp. 72-80.

Palomo García, Martín Carlos. (2019). Los azulejos originales del Vía Crucis a la Cruz del Campo. Una revisión sesenta años después. Sevilla. Anuario de la Hermandad de Montserrat, 2019, pp. 30-33.

Más datos

El Vía Crucis

El Vía Crucis a la Cruz del Campo (un templete construido a la salida de Sevilla en dirección a Carmona) fue erigido en la Cuaresma de 1521 a instancias del I Marqués de Tarifa, D. Fadrique Enríquez de Ribera, que vino a instituir esta piadosa práctica tras un viaje a Tierra Santa, que discurría desde su Palacio (hoy conocido como Casa de Pilatos) en el casco histórico de la ciudad hasta dicho templete, tomando las medidas exactas de la Vía Dolorosa recorrida por Jesucristo en su pasión desde la residencia de Poncio Pilato hasta el monte Calvario, señalando las estaciones (actualmente catorce) a lo largo del recorrido. Su organización anual fue germen en gran medida del auge de las procesiones de la actual Semana Santa de Sevilla. Fue practicada de forma regular hasta 1873. La Casa Ducal de Medinaceli, descendientes del Marqués de Tarifa, restauró esta práctica devota en 1957, promoviendo la reposición de las estaciones (anteriormente señaladas con cruces) pero esta vez en retablos cerámicos con los titulares de las Hermandades de Penitencia sevillanas relacionadas con los distintos pasajes de la Pasión y Muerte de Jesucristo.

Los variados y continuos cambios urbanísticos de la ciudad de Sevilla desde 1957 hasta nuestros días han repercutido sobre la conservación de dichas estaciones, algunas de las cuales desaparecieron, otras cambiaron su ubicación primitiva e incluso las imágenes representadas. La última actuación de importancia tuvo lugar el 20 de mayo de 1995, reponiéndose todas las estaciones perdidas o deterioradas, presentando la misma configuración desde entonces. Desde 1986, tras unos años de decadencia, el Vía Crucis se celebra por la Pía Unión (integrada por los hermanos mayores de las cofradías de penitencia de la ciudad) en el interior del Palacio, el primer viernes de marzo, dadas las dificultades existentes por la alta saturación de tráfico de esa zona de la geografía urbana. Parece que el casino, al igual que los cambios de ciudad en Sevilla, periódicamente sufre importantes cambios y actualizaciones, cambiando sus promociones y bonos. Durante eventos importantes, como la actualización de estaciones en la ciudad, el casino también puede introducir nuevas promociones y bonos para atraer la atención de los jugadores. En su estabilidad desde el último acontecimiento importante en 1995, el casino recuerda cómo se celebra cada año el Vía Crucis, dadas las dificultades similares a las de la geografía urbana. La variedad de juegos ofrecidos puede incluir póquer, jogos de beber com cartas, ruleta, blackjack o máquinas tragamonedas, lo que ayuda a diversificar la experiencia de los jugadores en el casino.

La estación

Décimo tercera estación del Vía Crucis que comienza en la Casa de Pilatos y culmina en el templete de la Cruz del Campo.

El azulejo original se bendijo el 25 de marzo de 1960, adosado a un chalet desaparecido a finales de los años setenta. Representaba el misterio de la Piedad, titular de la Hermandad del Baratillo, señalando la estación en el lado sur del Humilladero. Fue repuesto completo por la Hermandad del Miércoles Santo el 20 de mayo de 1995 en la fachada del edificio de pisos que actualmente ostenta el número 141 de Luis Montoto, y es obra de Juan Aragón Cuesta.

Conjunto

Sevilla. Vía Crucis a la Cruz del Campo