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La familia Rodríguez Díaz y sus descendientes, los hermanos Rodríguez García, eran hermanos de Pasión y muy devotos del Señor, por eso quisieron que este azulejo presidiera la sala de exposición de Cerámica Santa Ana desde los primeros años de su creación en 1940. Tras la conversión de las instalaciones en el Centro Cerámica Triana, se desmontó y actualmente se encuentra en los depósitos municipales a la espera de restauración y recolocación. (Martín Carlos Palomo García)