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Este retablo fue colocado en conmemoración del trescientos aniversario de la advocación de la Divina Pastora y el lugar elegido fue la Alameda de Hércules pues allí, en las columnas del frente sur, fue donde la tarde del 8 de septiembre de 1703, nuestro fundador, el Venerable Padre Fray Isidoro de Sevilla, presentó la nueva advocación inspirada por su humildad como Madre del Buen Pastor.
El azulejo en sí, donde se representa a la Divina Pastora, bajo el modelo iconográfico del cuadro primitivo pintado en 1703 por Alonso Miguel de Tovar y que custodia nuestra Corporación en su capilla de la calle Amparo, fue realizado por el artista Darío Fernández Parra en 1991 como trabajo de fin de carrera.
Deseando la Hermandad colocar un retablo digno para conmemorar la efemérides anteriormente citada y, conociendo la existencia de este azulejo, se puso en contacto con el autor quien accedió a donarlo para dicho fin.
Dado que el azulejo estaba carente de una buena orla que lo enmarcara y de una cartela que expusiera el motivo de su colocación, la Hermandad encargó a Ernesto Fraile la realización de estos elementos.
Su inauguración tuvo lugar en la tarde del 27 de septiembre de 2003, en el momento que la Divina Pastora fue detenida en la esquina, en su camino de ida a la Catedral, después de realizar entre las columnas del frente sur de la Alameda de Hércules el acto mariano del tercer centenario de la advocación de la Divina Pastora. Álvaro Martín González (Hermandad de la Divina Pastora de Santa Marina)