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Este retablo de Nuestra Señora de la Encarnación fue bendecido la mañana del Martes Santo 25 de Marzo de 1975, festividad de la Encarnación de Nuestra Señora, colocándose en la fachada de la casa de hermandad a la calle San Benito, que ese día se inauguraba y es colindante a la iglesia parroquial. Se ejecutó por encargo del Hermano Mayor, Manuel Ponce Jiménez, a la fábrica de Cerámica Santa Ana, siendo el ceramista autor del mismo Antonio Martínez Adorna. Se completó con dos faroles de cerrajería artística. En el proyecto original de la casa de Hermandad se contemplaba el remate del retablo con cornisa o tejaroz, pero finalmente no se llevó a cabo.

Por obras de remodelación integral de su casa, fue retirado el 3 de febrero de 2011, siendo retirados sus azulejos sin demasiados problemas, para recolocarlo en la azotea de la casa de hermandad con los mismos faroles que tenía. Tan solo se fracturó un azulejo correspondiente al encaje del pecherín de la imagen. En junio de 2024 se ejecutó una réplica del mismo así como se restauraron los pequeños desperfectos que presentaba el retablo cerámico, tarea llevada a cabo por el taller Rincón del Arte, a cargo de Pedro José López Marcos y Carmen V. Gutiérrez Cobos, licenciados en Bellas Artes.

En el lugar que ocupó primitivamente y en ambos lados de la puerta de salida de la cofradía se colocarían en la Cuaresma de 2011 tres retablos cerámicos con los titulares de la hermandad, realizados por Manuel Ruiz Hurtado en 2010.

La Virgen aparece con la corona de oro de Fernando Marmolejo (1971), la saya de tisú blanco bordada en oro por Leopoldo Padilla (1958) y manto de terciopelo granate del mismo artista (1959-62), toca de Padilla (1957) y puñal de Villarreal (1957).

(Martín Carlos Palomo García).