Bibliografía

Pleguezuelo Hernández, Alfonso. Valdivieso González, Enrique. (2007). Teatro de Grandezas. Exposición. Andalucía Barroca 2007. Junta de Andalucía. P. 168-169.

Más datos

Esta obra estuvo expuesta en el Hospital Real de Granada en 2007 dentro del ciclo de exposiciones denominado «Andalucía Barroca». En el catálogo de dicha exposición el profesor Alfonso Pleguezuelo nos dice lo siguiente sobre esta pieza: «La forma volumétrica de esta obra responde a un tipo de jarra de gran tamaño que se usaba como aguamanil y que frecuentemente hacía juego con una jofaina o palangana de decoración similar. Ambas servían para el aseo personal y se conservaban en las alcobas. La forma concreta de esta pieza está compuesta por un recipiente torneado y completado con un asa sinuosa y un pico vertedero cubiertos por aplicaciones decorativas en relieve. El modelo se deriva de jarras de este tipo fabricadas en Alcora (Castellón), cuyas producciones originales llegaban a Sevilla y vendían los propios loceros de Triana, como sabemos por restos arqueológicos hallados.
La decoración pictórica de la pieza responde a una moda europea, también manifestada en esta manufactura levantina, que se dejaba influir por los productos venidos de Oriente (porcelanas, lacas y tejidos), decorados con un repertorio de origen chino muy difundido en Francia y conocido genéricamente como Chinoiseries, término francés que en Sevilla se tradujo por estilo chinesco y que fue sinónimo de lo que hoy llamamos -rococó-. Las pagodas, las montañas y los paisajes evanescentes que decoran los horizontes de esta jarra, de clara progenie china, sirven de fondo a los dos personajes ataviados a la moda de la época de Carlos III, pero con rasgos faciales orientales, que componen una convencional escena galante.
Un esmalte blanco y espeso, un fino dibujo trazado con manganeso, un gama cromática suave de azul, verde oliva, ocre claro y siena, una ejecución en parte minuciosa y en parte descuidada pero hecha con enorme gracia y desenvoltura, son todos ellos rasgos característicos de la pintura cerámica sevillana, que terminaría definiendo en esa misma época el popular y desenfadado estilo de la montería.
El anónimo pintor de esta jarra es, muy probablemente, el mismo que pintó otras piezas que conocemos como el plato de la Amazona del Museo Arqueológico Nacional o conjuntos de azulejos como el zócalo del Convento de la Encarnación de Osuna (Sevilla).