Pleguezuelo Hernández, Alfonso (2011). Lozas y Azulejos de Triana. Colección Carranza. Sevilla. Instituto de la Cultura y las Artes del Ayuntamiento de Sevilla.
Más datos
La aplicación de moldes para fabricar azulejos ya se practicó en Sevilla desde fines del siglo XIII al realizarse los azulejos heráldicos con que se revestían los sepulcros de los nobles y militares que habían participado en la reconquista. Más tarde, a fines del siglo XV, la tendencia del arte cristiano a realizar decoraciones de fuerte plasticidad se manifestó en la talla en piedra, los bordados de realce o la platería y llegó también a la fabricación de azulejos que se hicieron con la ayuda de moldes contra los que se presionaba la blanda arcilla. Estos relieves producían un efecto novedoso muy alejado de la estética hispano-musulmana, más amante de la planitud total o de los relieves muy poco protuberantes. Las matrices de estas mismas piezas se usaron para decorar la superficie de tinajas, brocales de pozo y pilas bautismales como, por ejemplo, la conservada aún en la iglesia de San Pedro de Carmona (Sevilla). Fabricados estos azulejos en Sevilla a fines del siglo XV, debieron revestir edificios hoy desaparecidos y el único conjunto conservado es el del actual Palacio Nacional de Sintra (Portugal).
