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En 1218 Santo Domingo habría sido elegido por la Virgen y en una visión, ésta le habría hecho entrega del rosario. En la imagen se representa a la Virgen sedente con el Niño en brazos entregando el rosario a los dos grandes santos de la orden dominica, a la derecha, lugar de preferencia, se representa a Santo Domingo, que alza la vista mientras recibe el preciado presente y a la izquierda Santa Catalina de Siena, con la cabeza baja, recibe del Niño el rosario y lleva una corona de espinas ciñendo su frente debido a que al darle Cristo a elegir entre una de oro y otra de espinas, eligió esta última por amor a Él. A los pies una corona de rosas simbolizando que el rosario era primitivamente una corona de rosas que se llevaba sobre la cabeza en ciertas procesiones en honor a la Virgen y al terminar ésta se deshojaba, recitando el Ave María. A ambos lados se muestran azucenas en símbolo de la pureza de ambos santos. (Alfredo García Portillo).

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Conjunto

Sevilla. Iglesia de San Jacinto