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Leyenda: En 20 de mayo de 1640 S.M. el S.D. Felipe IV Rey de Castilla despachó su Real Privilegio y confirmación perpetuo para siempre jamás de la gracia y merced que en 20 de noviembre de 1629 le hizo a D. Francisco Fernández Marmolejo de la Orden de Santiago por los servicios de su Casa, para él y los sucesores en su Casa y Mayorazgo, de hacer como S.M. hizo donadío cerrado y adehesado, quinientas fanegas de tierra de sembrar, inclusas en ellas ciento de olivar que tenía de su Mayorazgo y todas juntas con sus linderos y con sus casas principales en el heredamiento de Almensilla, término de Palomares, para que en ningún tiempo del año nadie pudiese con sus ganados, mayor ni menor, pastar en ellas, matar la caza, ni beber las aguas, so pena de incurrir en las penas en que caían los que pastan las dehesas sin licencia de sus dueños, y que gozasen de todos los aprovechamientos de las dichas tierras dicho Don Francisco Fernández Marmolejo y los sucesores en su Casa y Mayorazgo y que pudiesen poner guardas y éstos encerrar los ganados que entraren en dicho donadío en las casas de dicho Mayorazgo y dicho guarda, dentro del tercero día pasar a Sevilla a hacer la denunciación ante el Asistente o sus tenientes y que baste para la información plenaria sólo su juramento para condenar las personas y ganados en las penas en que incurren los que entran en cotos cerrados sin licencia de sus dueños. Y S.M. mandó que ninguna otra justicia se entrometan a conocer ni quebrantar privilegios so las penas en que incurren los inobedientes. Y presentado dicho privilegio ante el señor licenciado D. Pedro de Castilla, caballero y teniente del Asistente de Sevilla y Nicolás de Yepes, su secretario. En 30 de septiembre de 1734 mandó poner este edicto y a los alcaldes de Palomares hagan guardar dicho privilegio, so pena de 10.000 maravedíes para la Cámara de S.M.

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