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La pieza procede del cortijo Valcargado sito en el término municipal de Medina Sidonia (Cádiz), antigua propiedad del torero Antonio Ordóñez, que profesaba una gran devoción por esta dolorosa sevillana. El retablo cerámico se encontraba situado en el recibidor del cortijo y estaba iluminado por sendos farolillos de forja antigua, pero durante las obras ejecutadas para la rehabilitación del inmueble, a punto estuvo de desaparecer durante las labores de desescombro. Antonio Ordóñez acompañó a la Soledad muchos años vestido de nazareno, en una de las maniguetas de su paso. También formó parte de su Junta de Gobierno como Consiliario y regaló cinco trajes de luces con los que se ejecutaron varias prendas para el ajuar de la Virgen. (José Luis Quesada)
Ha sido restaurada en el año 2012 por el ceramista malagueño Pablo Romero Boldt.