Polifacético como tantos grandes maestros, Picasso se interesó por la cerámica durante su estancia en Vallauris (Francia), donde fue asiduo del taller de la familia Ramie. Aunque no podamos considerarlo ceramista, pues se dedicó más a la decoración pictórica o a la alteración de algunas piezas ya modeladas antes de la cocción, sí fue destacado impulsor de la cerámica como medio de expresión artística de autor, en la línea que más tarde utilizaron algunos otros creadores como Manuel Ángeles Ortiz. (Museo de Málaga)