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El archicofrade de la Pasión, Juan Peña encarga a un joven Pablo Romero un mosaico doméstico con la figura de Jesús cargando la cruz. En un primer momento el azulejo se instaló en un lienzo de pared de su vivienda, justo frente a la puerta principal de la iglesia de los Santos Mártires, sede canónica de esta corporación nazarena. Tras un cambio de domicilio la pieza fue retirada, dejando de tener proyección a la vía pública. Se comprueba cómo Romero se inspira en la estampa del sevillano Nazareno de la Hermandad de la O, y en concreto en el retablo de la fachada de la parroquia de la calle Castilla, aunque en un formato mucho menor. El pintor recrea el modelo original al que le aporta su característica orla, matizando el rostro pero con claras coincidencias en el juego del cordonaje, la posición de las manos o el escorzo del cuerpo. Por tanto, podemos afirmar que se trata de una idealización del Nazareno malagueño a partir del panel trianero. (José Manuel Leiva Pérez)