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Al igual que otras piezas, tiene su fuente en una litografía muy extendida en Málaga en el último tercio del siglo XIX y primer cuarto del siglo XX, en la que el antiguo Niño, obra de Diego Gutiérrez Toro, que acompañó a la Virgen entre 1861 y 1943, aparece a los pies de la imagen. Además es destacable la presencia tradicional del cetro regio pero la ausencia del actual pajarito en su mano izquierda.
El retablo se ubica en una de las primeras casas unifamiliares de la barriada de Ciudad Jardín, que empezaron a construirse en 1927, justo enfrente del actual estadio de fútbol de la Rosaleda, entonces en las afueras de la ciudad. El mosaico incluye una leyenda alusiva a la consagración de la nueva barriada a la Patrona de Málaga, que curiosamente es llamada Nuestra Señora, en vez de Santa María.
Estamos ante un nuevo caso de cuidado esmero por parte de los descendientes de la familia propietaria del mosaico. Así, tras las distintas reformas que ha sufrido la vivienda en casi un siglo de historia, la pieza se mantiene en un buen estado de conservación, aunque presenta algunas piezas con leves fracturas tras su recolocación. (José Manuel Leiva Pérez)