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El conjunto del retablo se sitúa en un marco de ladrillo visto, a modo de ventana con alféizar, rematado por un frontón triangular decorado con ovas en relieve y cuyo tímpano se cubre con azulejos blancos y decoración azul y amarilla.
Compone el tímpano una decoración de roleos vegetales que enmarcan unos discos con rostros frontales de aire clásico; todo, repetido simétricamente hasta el límite del espacio disponible. La imagen, sobre fondo verde oscuro, reproduce un conocido modelo iconográfico de Jesús del Gran Poder, propio de los talleres cerámicos sevillanos, pero adaptado a la demanda local extra-sevillana, por lo que se prescinde del típico letrero inferior que da nombre a la imagen, sustituido aquí por una sencilla decoración vegetal de azules sobre fondo blanco. El marco decorativo es arquitectónico, arco de medio punto y columnas clásicas, decoradas con hojas de acanto, cabezas angelicales y guirnaldas, muy propio del movimiento artístico regionalista de fines del XIX y principios del XX. (Juan Antonio Pachón Romero).