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También cubiertas completamente del mismo color y de boca más amplia que su solero plano se hicieron orzas en Triana. No obstante, las orzas con esta forma troncocónica invertida, perfil de ligeras curvas y boca más amplia que la base, es un tipo que fue muy popular durante los siglos XIX y XX. Están torneadas con pasta de color pajizo, bañadas por dentro y por fuera con un esmalte de tono crema y decoradas en una ancha banda superior con grandes pinceladas verdes. El pintor traza ramas abiertas como abanicos y el número de trazos que forman cada uno varía dependiendo del esmero con que el alfarero quiera decorar su obra. Era frecuente usar estas orzas para guardar el pan o los embutidos pero, en realidad, podían cumplir muchas más funciones, una de ellas preservar las carnes en manteca de cerdo. De ahí que a veces las llamaran orzas mantequeras. Los tamaños en que estas orzas eran fabricadas iban desde las versiones de juguete, de apenas unos centímetros, hasta piezas que levantaban del suelo cerca de un metro y se adornaban con asas de cinta, estriadas y con varios encabalgamientos. (Alfonso Pleguezuelo Hernández)

Conjunto

Sevilla. Casa en calle San Pedro Mártir