Los Remedios, Fábrica. Laffitte Castro, Julio

Los datos publicados hasta ahora sobre la firma Laffitte en relación a la cerámica trianera eran de tipo parcial y con grandes lagunas. A raiz de publicarse en el año 2010 en la Republica Argentina la obra en dos tomos “El Rosedal de Buenos Aires” y “El Patio-Glorieta Andaluz de Buenos Aires” por la Fundación YPF, sus autoras* muestran en sus páginas una documentación mucho más exacta de la Fábrica Nuestra Señora de los Remedios, de Julio Laffite Castro, y de su continuadora, la de Nuestra Señora del Rocío, de José Laffite Romero. En el año 2011 una de estas autoras, Sonsoles Nieto Caldeiro, profesora de la Escuela de Artes y Oficios de Sevilla, publicó una monografía sobre la familia Laffitte como industriales de la cerámica, en la Revista Laboratorio de Arte, editada por la Universidad de Sevilla. Un síntesis de dichos trabajos es la que se expone a continuación.

La fábrica Nuestra Señora de los Remedios fue una empresa de materiales de construcción y cerámica artística tuvo su origen a finales del siglo XIX en Sevilla, concretamente hacia 1894 o 1895, siendo fundada por el industrial  Julio Laffitte Castro en la Quinta de Los Remedios, en unos terrenos aledaños a la orilla del río Guadalquivir, en el espacio urbano que hoy día iría desde la glorieta de las Cigarreras (antes de los Alféreces Provisionales) hasta las instalaciones deportivas del Círculo Mercantil e Industrial.

La familia Laffitte era de origen francés y al menos desde el siglo XIX estaba asentada en Andalucía. Julio Laffitte Castro (Puerto de Santa María, Cádiz, 1846- Sevilla, 1922) fue empresario, ganadero de reses bravas, diputado a Cortes y concejal del Ayuntamiento de Sevilla, reconocido con el título de Conde de Lugar Nuevo.

Era poseedor de una amplia parcela junto a la margen derecha del Guadalquivir, en la vega de Triana, parte de la inmensa huerta del convento de los Remedios que había sucumbido a la desamortización de los bienes eclesiásticos de mediados del siglo XIX. Posiblemente la ubicación de la finca junto al río, lo que facilitaba la extracción de la arcilla como materia prima, sus inquietudes, aficiones, círculo de amistades y ambiente sevillano del momento provocaron su decisión de establecer en estos terrenos una fábrica de ladrillos y cerámica, que tomó por nombre Los Remedios.

A pesar de instalarse hacia 1894, José Gestoso en su obra Historia de los Barros vidriados sevillanos (1904) no la cita, dedicando grandes elogios sin embargo a otra contemporánea fundada en 1895, la de Manuel Ramos Rejano. Esto hace pensar que la empresa de Laffitte se dedicaba únicamente a la fabricación de materiales de construcción.

Pero en la segunda década del siglo XX, a raíz de que se aprobara el emplazamiento definitivo de la Exposición Iberoamericana que se iba a celebrar en Sevilla, la fábrica Los Remedios comienza a publicitarse como “Gran Fábrica de productos cerámicos: ladrillos, tejas, losetas, productos refractarios, esmaltes”, dando un giro espectacular de cara a este gran acontecimiento.

En esta transformación colaboró el pintor ceramista Manuel Martínez Romero, un profesional experto en procedimientos cerámicos, contratado  en 1912 como director técnico, procedente de la fábrica de José Mensaque y Vera, donde había ocupado ese cargo durante un lustro. Esto refrenda la reestructuración de la factoría para acometer decididamente los trabajos de construcción de los pabellones permanentes proyectados por el arquitecto Aníbal González que constituirían la Plaza de América del recinto expositivo, en cuya decoración participó la fábrica.

Para esta empresa, Julio Laffitte contó con algunos de los mejores artistas de entonces, como el mencionado Martínez Romero, que permaneció hasta 1917 en que marchó a Talavera de la Reina (Toledo); Antonio García Vaquero, que pasó a dirigir la fábrica en 1916 procedente de la de Ramos Rejano, así como el padre de éste, Manuel García Bermúdez, buen técnico de formación cerámica. Con la fábrica colaboró además el escultor Antonio Bidón Villar y el gran pintor Gustavo Bacarisas, llegado a Sevilla en 1913 y enseguida distinguido por el Ateneo sevillano con el nombramiento de presidente de la sección de Bellas Artes.

Esta fase de la fábrica Los Remedios abordó importantes trabajos cerámicos. En ellos se materializaron las más variadas técnicas: unas veces, emulando la tradición hispanomusulmana y mudéjar, como en la decoración exterior del pabellón de Artes e Industrias o Palacio de Arte Antiguo (hoy, Museo de Artes y Costumbres Populares) que correspondió a Martínez Romero, y otras reproduciendo piezas antiguas, como la pila bautismal vidriada en verde, recreación de otra barroca de la iglesia del hospital sevillano de San Lázaro, que presentó a la Exposición de primavera del Ateneo de 1916.

También fueron excelentes la limpieza de tonos y calidad de vidriados en los elementos ornamentales de la fachada del pabellón Real, el escudo superior central y las figuras de los heraldos, modeladas por Antonio Bidón y la rica policromía de los azulejos pintados para los zócalos del salón interior de este pabellón que se refieren a la Orden de Montesa, cuyo autor fue Gustavo bacarisas, instalados en 1917.

En 1916 Julio Laffitte cumplió 70 años. Es razonable suponer que, aunque capaz y lúcido, delegara la fábrica en su hijo José, un joven ingeniero que había realizado estudios en Bilbao. Se conoce con certeza que fue el hijo, José Laffitte y Romero (Sevilla 1888-1947) quien, en febrero de 1917, solicitó la marca de fábrica que habría de distinguir toda clase de productos cerámicos y sus envases. Ésta, que se reconoce en paneles de azulejos que componen retablos cerámicos callejeros y otras piezas, consiste en “un óvalo dentro del cual formando un anagrama se lee la denominación “Triana” y una L cuyo rasgo inferior es prolongado hasta servir de cierre ocupando el espacio del centro la denominación antes dicha.”

A partir de 1918 José Laffitte y Romero, ingeniero industrial aficionado a las artes y buen dibujante que  heredó las dotes de empresario de su padre, es quien figura ya en todas las facturas y documentos relacionados con la construcción de la Plaza de España para la Exposición Iberoamericana initerrumpidamente hasta su conclusión.

Cuando comenzaron los trabajos en la plaza de España y salieron a concurso elementos cerámicos como balaustradas, farolas, pilares, remates, etc, la fábrica Los Remedios de José Laffitte presentó presupuesto junto a otras empresas y se hizo adjudicataria del conjunto de farolas y sus basamentos. Sin embargo, en papeles y facturas de 1923, relacionadas con estos trabajos, sorprende la nueva denominación de Nuestra Señora del Rocío para la fábrica de la misma propiedad, ubicada en la calle Manuel Carriedo núm. 77 (actual calle San Jacinto), en pleno barrio de Triana. Aún existen lagunas con respecto a lo que ocurrió en la fábrica entre los años 1918 y 1923, pero también más convicciones y esclarecimiento respecto a los datos ambiguos proporcionados hasta ahora.

Los años difíciles de 1919 y 1920, de agitación social y huelgas obreras en Sevilla, adquirieron tintes dramáticos incluso para los arquitectos de la Exposición. Aníbal González sufrió un atentado y en la casa de Juan Talavera apareció un amenazante “¡Ojo, Talavera!”. Diversos predios rurales de Los Remedios, entre ellos el perteneciente a la huerta y fábrica de Laffitte fueron adquiridos por inversores con la idea de urbanizarlos posteriormente. No se sabe en realidad qué ocurrió con las instalaciones de la fábrica, pero la nave aún en pie acogió, a raiz de la deplorable situación de la vivienda tras la fuerte crisis de los años treinta y cuarenta, alojamientos y casillas para numerosas familias, en lo que constituyó la famosa Barriada Laffitte que se mantuvo hasta la década de los sesenta de la pasada centuria, cuando comenzó a urbanizarse el actual barrio de Los Remedios.

Esa fue la causa de que José Laffitte y Romero, impulsado por las circunstancias adversas de la industria fundada por su padre, decidió trasladar hacia 1923 las instalaciones al corazón alfarero de Triana, cambiando la denominación de Los Remedios a Nuestra Señora del Rocío, manteniendo ésta última firma su actividad hasta principios de la década de 1930, tras la clausura de la Exposición Iberoamericana de 1929. (Ver reseña de la fábrica Nuestra Señora del Rocío, de José Laffitte Romero)

Bibliografía

El Patio-Glorieta Andaluz de Buenos Aires (1929-2009) 80 Aniversario. Tomo II. Fundación YPF. Buenos Aires (Argentina). Año 2010. Autoras: Sonia Berjman, Andrea Caula, Rosana Di Bello y Sonsoles Nieto Caldeiro.

Nieto Caldeiro, S. (2011). Los Laffitte, una familia de industriales ceramistas. Sevilla. Revista Laboratorio de Arte, nº23. Universidad de Sevilla. (VER)