Por devoción familiar, este retablo fue originalmente encargado en 1920 por Antonio Rodríguez-Palacios, presidente del Colegio de Veterinarios de Sevilla, quien mandó construir la que hoy es la casa de la calle Goles nº 39, antes 21, según proyecto del arquitecto Juan Talavera Heredia y finalizada en 1920. Le costó trabajo convencer al prestigioso ceramista Manuel Rodríguez y Pérez de Tudela que realizara el trabajo a imagen y semejanza del que ocho años antes había ejecutado para la fachada de la Parroquia de San Lorenzo (VER), quien finalmente accedió, quedando colocado en la escalera principal de la casa, flanqueado por dos faroles de forja. A final de la década de 1990 la familia Rodríguez Palacios enajena el inmueble y para no perder el rastro de tan preciada obra que había sido testigo de tantos recuerdos familiares, acuerda donarla a la Hermandad del Gran Poder, con la condición que de estuviese a la vista de sus devotos con fácil acceso. Tras su restauración por Manuel Antonio Ruiz-Berdejo Cansino y durante las obras de la Basílica llevadas a cabo en el año 2008, fue instalado frente al columbario de la Hermandad, justo a la espalda del Señor. (Información facilitada por Antonio Rodríguez-Palacios Rodríguez, biznieto del propietario original, a Martín Carlos Palomo García).