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La visión de este conjunto de azulejos hay que contextualizarla en la etapa social y política de España de mediados del siglo XX, un país que está saliendo de la postguerra y que comienza a abrirse al exterior con el fomento del turismo como fuente de ingresos para el desarrollismo.
Los azulejos corresponden a una serie enfocada principalmente al turismo que produjo Cerámica Santa Ana en torno al año 1950. Prueba de ello es que en algunos aparece junto al nombre de la fábrica la palabra «Spain». La temática es muy variada: las fiestas locales, como la Feria y los toros, el Rocío, la Semana Santa de Sevilla, mostrando pasos y nazarenos, escudos provinciales, naturaleza, alimentos y escenas del Quijote.
También aparecen otros azulejos de una serie comercializada para atraer la atención de los profesionales, con la leyenda «Aquí vive…» seguida de la profesión correspondiente: militar, médico, boticario, etc.
Corresponden todos ellos a un tipo de azulejo comercial de bajo coste y rápida ejecución; en muchos de ellos se aprecia la aplicación de una matriz perfilada en negro y colorido en los rellenos, siguiendo en muchas ocasiones los dibujos trazados por el pintor e ilustrador Andrés Martínez de León (1895-1978), que también colaboró con la industria cerámica trianera.
Su estado de conservación es variable: algunos están prácticamente destrozados, muchos por vandalismo, y otros están en muy buenas condiciones, salvo que la mayoría tienen restos de pintura.
Además de en los jardines de la calle Santa María de la Cabeza, otros lugares donde hemos localizado este tipo de azulejos son la Real Venta de Antequera y la azotea de la casa de la Hermandad del Baratillo, ambos en Sevilla. (Martín Carlos Palomo García, julio 2024)

Conjunto

Sevilla. Real Venta de Antequera